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viernes, 4 de enero de 2019

LOS SEÑORES DE LAS FINANZAS



En la asignatura de historia económica cada alumno se ha tenido que leer obligatoriamente un libro relacionado con la economía. Al leérnoslo, hemos tenido que hacer una presentación ante la clase y un ensayo comentando el libro y sacando nuestras conclusiones. Mi libro ha sido “Los señores de las finanzas. Los 4 hombres que arruinaron el mundo”. A continuación os voy a contar un poco sobre el libro y os voy a expresar mis conclusiones.


Este libro “Los señores de las finanzas. Los 4 hombres que arruinaron el mundo”, es una novela y fue publicado en 2010 por el economista estadounidense Liaquat Ahamed, año en que recibió el Premio Pulitzer.


El libro trata sobre las decisiones, con sus respectivas causas y consecuencias, que tomaron las 4 grandes potencias durante el periodo entre la I y la II Guerra mundial. Las decisiones de estas potencias fueron mayoritariamente tomadas por 4 banqueros: Benjamin Strong, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, Montagu Norman, gobernador del Banco de Inglaterra, Hjalmar Schacht, presidente del Reichsbank alemán, y Émile Moreau, presidente de la Banque de France. Otro personaje a destacar es John Maynard Keynes, cuyas reflexiones podemos observar en el libro ya que él se mantuvo un poco al margen de todo este desorden económico, algo así como un observador.

Estos 4 hombres también influyeron mucho en una de las cuestiones esenciales de la economía monetaria del período de entreguerras: el patrón oro. En el libro podemos observar como el patrón oro fue un gran problema para todas las economías y, como afirmó Keynes, todas las economías mejorarían al salir del patrón oro ya que este traía varios problemas.

A través del libro Liaquat nos describe todos los acontecimientos económicos que le siguieron a la I Guerra Mundial, desde las indemnizaciones a Alemania hasta su hiperinflación, los felices años veinte de EEUU, etc. y que desembocaron en una de las crisis más importante del sistema económico mundial: una crisis formada por 4 episodios consecutivos que se retroalimentaron: la contracción de la economía alemana que se inició en 1928, el gran Crac de Wall Street de 1929, la cadena de pánicos bancarios sufridos por EEUU a partir de finales de 1930 y la desintegración de las finanzas europeas en el verano de 1931.

El autor intenta concienciarnos y enseñarnos varios temas económicos del periodo entre la I y la II Guerra Mundial.

Para empezar, uno de los temas que más trata el autor a través del libro es el patrón oro. Nos hace reflexionar sobre su viabilidad o no a través de varios hechos puntuales y de las reflexiones de varios economistas y banqueros. A esto se suman las reflexiones de Keynes, que muestra su apatía por el patrón oro y va demostrando su testimonio a través de hechos, aunque él se mantenga un poco aparte de todo este malestar económico.

Liaquat también intenta mostrarnos como la inflación y la deflación pueden ser muy dañinas para la economía, tal y como nos muestra en la hiperinflación alemana de 1923 o la deflación estadounidense bajo el gobierno del presidente Hoover. Aunque exponga las soluciones que tomaron cada presidente para salir de estas situaciones, hay que tener en cuenta que no son siempre las mismas soluciones y varían según muchos factores.

Otro tema a tratar ha sido el crack del 29. Como nos muestra Liaquat, el mercado se basaba prácticamente en la especulación en Estados Unidos, donde las clases medias y bajas invertían en bolsa, con un amplio conocimiento del mercado. A esto no ayudó que en la única reunión de los 4 grandes banqueros se acordara. rebajar artificialmente los tipos de interés para afianzar la libra. Eso alimentó la burbuja bursátil y desembocó en el crac de 1929. Debido a la alta tasa de endeudamiento y a la no devolución de préstamos, se provocó la quiebra de muchos bancos, y a su vez, la quiebra de empresas al faltar la financiación. Esta falta de liquidez afectó al consumo y redujo la producción.

Ahamed también nos introduce en su libro los esfuerzos de los 4 banqueros para «reconstruir el sistema financiero internacional» tras la guerra y describe cómo, durante un breve período de mediados de la década de los veinte, pareció que lograban su objetivo: las monedas eran estables, el capital empezó a circular libremente por el mundo y resurgió el crecimiento económico. Sin embargo, bajo la superficie del rápido desarrollo empezaron a aparecer grietas y, el patrón oro, que todos habían creído que actuaría como paraguas de la estabilidad, resultó ser una camisa de fuerza, hasta el punto de que, poco a poco, siendo Estados Unidos el último país y con Franklin D. Roosevelt en la Casa Blanca, abandonaron el patrón oro como faro macroeconómico.


Una vez leído y analizado el libro, me surgen muchas dudas. Una gran duda es como surgen las crisis o el auge en una economía. ¿Realmente ocurren de forma natural y espontánea o vienen provocadas por fallos o aciertos de personas que están en el poder? Pensaba que surgían de forma natural aunque sí estuvieran un poco condicionadas por las decisiones de ciertas personas de poder, pero hoy pienso todo lo contrario. Estas fases son generadas mayoritariamente por la decisión de personas de alto rango, y, aunque muchas veces dichas personas quieren tomar estas decisiones para provocar el bien, se equivocan y además, pero en menos grado, también son influenciadas por factores espontáneos o naturales.

Por otro lado, pienso que el error principal de los máximos dirigentes de la banca fue considerar que tras la I Guerra Mundial se podría reconstruir un mundo financiero con las características anteriores al conflicto. A esto, además, había que sumarle el enfado de Alemania debido a las indemnizaciones y el rencor de Francia hacia Alemania.

En tercer lugar, me decanto en favor de Keynes respecto al tema del patrón oro. Como Keynes muestra varias veces, el patrón oro funcionó al principio, pero dejó unas grandes secuelas al final. Uno de los argumentos de Keynes en contra del patrón fue que cualquier gran potencia podría tener unas grandes reservas de oro, lo que haría que escasearan en otras naciones, como pasó con el caso de EEUU, que dio lugar a la gran burbuja especulativa. Al fin y al cabo, Keynes siempre acababa
John Maynard Keynes
llevando razón.
                                                                                                 

Para acabar, tengo que decir que recomendaría altamente el libro a toda aquella persona que esté interesado en la economía monetaria y en la situación económica de las grandes potencias en el período entre la I y II Guerra Mundial ya que es un libro magnífico donde muestra todo de manera muy clara y con datos objetivos.

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