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viernes, 4 de enero de 2019

LA ECONOMÍA PARA LOS REPUBLICANOS Y LOS SUBLEVADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA



La economía durante la guerra civil española juega un papel decisivo tanto como causa de la guerra (reforma agraria republicana y problemas económicos de la II República) tanto como determinante de la misma. Si queremos entender como el bando franquista con menos recursos aparentemente vence al bando republicano, debemos analizar tanto el punto de partida de ambas economías como la organización económica de ambos bandos durante la contienda. En primer lugar, si nos fijamos en el punto de partida de las economías de ambos bandos, encontramos: 

· En el bando republicano existía una mayor concentración de población, ya que contaba con las principales ciudades del país, donde se situaban las sedes de las principales empresas, así como las principales industrias, pero lo que en principio puede parecer un factor decisivo para la producción de guerra, en este caso no lo fue. Además de ello, contaba con las reservas del banco de España y sus reservas metálicas de oro y plata. Por último, otro factor importante es que el bando republicano contaba con la legalidad institucional tanto en el ámbito nacional como internacional. 

· En el bando sublevado (franquista) contamos al inicio de la contienda con un territorio con menor población, de carácter rural y en la cual se contaban las principales zonas de cereales del país, lo que hizo gozar a este bando de una abundancia relativa, la cual llegaron a aprovechar para desmoralizar al enemigo bombardeando hogazas de pan en algunas ciudades republicanas donde el hambre se había cebado con la población civil. Además de esto, este bando contaba con la sintonía de las élites económicas que recelaban del giro radical a la izquierda que estaba produciéndose en la república y con las importantes ayudas de la Alemania nazi y la Italia fascista. Por último y como uno de los factores más determinantes, encontramos que este bando es el que empieza a lograr victorias en el terreno militar, lo que hace que en la esfera internacional se vaya cada vez marginando mas a la república como representante del estado español, ya que la superioridad militar es clara según avanza la contienda. 

Los recursos de ambos bandos fueron determinantes en el signo de la contienda pero más aún fue la organización de la economía de guerra practicada por ambos bandos: 

· En el bando republicano, la toma de decisiones no siempre seguía una estructura lógica, ya que no existía una organización eficiente entre el estado central y las nuevas autonomías, por lo que en muchas ocasiones se producían contradicciones entre las decisiones de unos y otros, a lo que hay que sumarle que en algunos lugares fieles a la república se formaron comités revolucionarios que dificultaban en mayor grado la actuación de la república. En cuanto al apoyo institucional, se produjeron a escala internacional pactos de no intervención por lo que las democracias occidentales no ofrecieron su apoyo al régimen, lo que generó una falta de alimentos, armamentos y combustibles y el único apoyo que encontró el régimen fue la URSS de Stalin. Por otro lado, encontramos la organización de la hacienda pública y de los gastos de guerra, aquí vemos que el régimen republicano llevó a cabo una gran emisión de billetes así como de deuda pública para financiar la contienda, mientras que mantenía los tributos corrientes en el área que controlaba y realizaba algunas incautaciones. Por último y como hemos mencionado anteriormente en el ámbito de la producción y el consumo los comités revolucionarios de carácter muchas veces comunistas llevaron a cabo una colectivizaciones que dificultaron la toma de decisiones por parte del ejecutivo central, estando motivados estos comités en las esperanzas frustradas de las promesas e ilusiones incumplidas por la república. 
General Franco

· En el bando sublevado, encontramos que las decisiones y el mando se centraliza en torno a la figura del general Franco de una forma férrea, lo que da la posición a este bando de mejor organizado y preparado para transmitir órdenes a todos sus estamentos. En cuanto a los apoyos institucionales encontramos que a pesar de los pactos de no intervención, la Alemania nazi de Hitler y la Italia fascista de Mussolini prestan un gran apoyo al régimen con el envío de munición, armas de última tecnología y de tropas de forma inmediata, lo que contribuirá al endeudamiento con estos países. Alemania además con la legión Cóndor con la que destruirán la localidad de Guernica con el fin de aterrorizar a la población civil y mantener intacta la industria de Bilbao para ponerla a producir según la conquistaran, como así fue. Por el lado de la hacienda pública, vemos como se realizó una intensiva emisión de deuda pública y billetes, además de establecer tributos específicos con nombres muy tópicos como puede ser el del día sin postre, en el que el dinero recaudado por los postres ese día iba a financiar la sublevación. Por último, en cuanto a la producción y el consumo, se crearon organismos como el SNT (sistema nacional del trigo) y la CAT (comisaría de abastecimientos y transportes) con el fin de abastecer de una forma eficiente a todas las tropas y poblaciones con los recursos disponibles. Estas medidas lograron un gran éxito, lo que hizo pensar a la corriente de pensadores del franquismo que las medidas que habían sido efectivas para la guerra podrían llevarse a cabo tras la misma con el mismo éxito. 

Finalmente, la guerra se decantó a favor del bando franquista con la conquista de Barcelona y posteriormente de Madrid y, en vez de plantear la victoria en términos de reconciliación, la utilizó para generalizar la opresión e imponer su ideario sobre la otra España vencida. Al ilustrar las consecuencias principales que tuvo la guerra sobre la economía española podemos observar: 

Se produjo una escasez de reservas metálicas debido a que el bando republicano agotó todas sus reservas en el banco de España y, a la entrada del bando franquista al poder, el estado estaba prácticamente en la banca rota. Además de esto, se produjo un fuerte endeudamiento, sobre todo con Alemania, con la que se produjeron contratos de clearing para pagar las deudas y con la que España tuvo un litigio hasta 1948 por las deudas de guerra, mientras que con Italia las deudas contraídas por la guerra tardarían en pagarse hasta los años sesenta. 

En términos monetarios se produjo un caos debido a la excesiva emisión de billetes, que habían aumentado el pasivo del banco de España generando en la economía una inflación galopante. 

Por otro lado, encontramos también la destrucción material, centrándose esta sobre todo en el ámbito de las infraestructuras del transporte y en la flota mercante, ya que el bando sublevado quería mantener intactas las industrias pero necesitaba cortar las vías de comunicación y abastecimiento del bando republicano. Además de esto, aunque siempre en lo mínimo posible, también resultaron destruidas las viviendas, industrias, agricultura, etc. 
Exiliados rumbo a Francia

Por último y como aspecto muy considerable tenemos que tener en cuenta las pérdidas humanas y con ello no solo nos estamos refiriendo a los muertos en la contienda, sino a todos aquellos que se tuvieron que exiliar, llegando a representar estos el 3% de la población total (datos de http://sauce.pntic.mec.es/jotero/Emigra2/emigra2r.htm). Siendo estos además en su mayoría el capital humano mejor formado de nuestro país, donde además perdimos una parte de la población que escaseaba mucho y que nos era muy necesaria. Además a esta situación tenemos que sumarle la de todas las represalias que se tomaron contra aquellos que habían apoyado a la república, represalias que alcanzaron al 4% de la población total y que fueron llevado a cabo en forma de fusilamientos, trabajos y traslados forzosos, desaparecidos y pérdida de empleo y sueldo de aquellos que apoyaron a la república, dándose la situación en la que incluso muchos profesores bien preparados tuvieron que dedicarse a sobrevivir dando clases particulares ya que el régimen marginó a toda persona que no le mostrase su apoyo, convirtiéndose sin lugar a dudas el factor humano de la guerra en la mayor de las tragedias. 

Tras el final de la contienda, con el último parte de guerra del general Franco el 1 de abril de 1939, se iniciaría una larga pos-guerra en la que el hambre, las enfermedades y la miseria se extenderían por todo el país de los brazos de un modelo autárquico mal diseñado que no hizo nada más que empeorar y alargar el sufrimiento humano de aquellos que ya habían tenido que soportar una dura y encarnizada guerra civil.

Por último, si deseamos profundizarnos un poco más sobre el tema y sobre la historia económica de España en un período más amplio, recomiendo este libro, del que podemos aprender mucho y ver como ha llegado la economía de España hasta nuestros días.

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